PARÁSITOS de Bong Joon-ho
Corea del Sur (2019)
Parásitos gira en
torno a los Kim, una familia desempleada que vive miserablemente en el subsuelo
de un barrio pobre. Gi Woo, el hijo mayor, comienza a dar clases de inglés en
la multimillonaria casa de los Park, donde con mentiras infiltra a su hermana, a
su papá y a su madre para que todos trabajen ahí, pero una sorpresa en el
sótano de esta mansión da un giro a la trama que termina en un caos.
El tema: el parasitismo en la
sociedad humana. El parasitismo es una forma de simbiosis donde una especie (en
este caso la familia de los Kim, el ama de llaves y su esposo) amplía su
capacidad de supervivencia utilizando a otras especies (familia rica) para que
cubran sus necesidades básicas y vitales. Un parásito se alimenta de sustancias
que elabora un ser vivo de distinta especie
viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún
daño o enfermedad. Los macro parásitos crecen, y en algunos casos se
multiplican dentro del anfitrión (en un principio fue el joven Gi Woo, luego, los demás miembros de la familia).
Viven sobre o dentro del cuerpo o en las cavidades del hospedero (el esposo del
ama de llaves vive fugitivo de la ley en el bunker de la casa de los Park sin
que ellos lo sepan). Un recurso usado por el parásito es la inmunoevasión donde
el intruso forma antígenos parecidos a los del hospedador (mimetismo molecular).
En la película se ve la manera en que los diferentes parásitos (familia Kim) logran
engañar a la familia Park mimetizando “formas” de la gente pudiente: haber ido
a la Universidad, tener título, haber viajado o estudiado en el extranjero, ser
“boy scout”, vestimenta apropiada al puesto, conocimientos y experiencia
laboral en puestos de prestigio, etc.; recurso también llamado enmascaramiento
antigénico. Otro recurso es ir variando contantemente y rápidamente sus
proteínas de la superficie, (cosa que no logra la familia Kim pues el olor que
siempre prevalece, a pesar de que la madre sugiere que se bañen con jabones
distintos, es el olor del sótano que habitan y que comparten con el esposo de
la antigua ama de llaves) de forma que los anticuerpos del anfitrión no los
puedan reconocer como extraños; el resultado es que el hospedador invadido no
reconoce al parásito como invasor o la respuesta que éste produce no es
totalmente efectiva (la de la Sra. Park). El olor a trapo húmedo y viejo
impregna a toda la familia invasora y más fuertemente al que habita en el bunker
pues nunca le da el sol; olor insoportable para el hospedero que lo descubre
como invasor. Algo interesante es que entre parásitos semejantes como es el caso
de la familia Kim y el del bunker, no se “huelen” entre sí ni se reconocen
extraños.
Interesante el paralelismo entre la
familia Kim y la Park. Amabas están formadas por padre, madre, hijo e hija. A
diferencia de los Park, los Kim son sobresalientes en astucia y talentos. Si
los hijos de Kim no han podido salir del submundo que habitan, es por falta de
posibilidades en todos los sentidos. Después que se inunda la pocilga que
habitan perdiendo todo, el padre le pregunta a Gi Woo por qué anda
cargando la roca que su amigo le regaló, único objeto que rescata del sótano
inundado, y le contesta que él no la carga, es la roca la que lo carga. Metáfora (el hijo siempre las busca) de la
imposibilidad de “subir” el estrato social en que nacieron, de acceder a la
Universidad, de progresar, de salir adelante a pesar de ser talentosos. Y es
gracias a esos talentos, como el saber otros idiomas, el falsificar documentos,
el investigar lo necesario para engañar, el inventar antecedentes, e ir
convenciendo a los Park para ser contratados.
Así mismo
encontramos un paralelismo y una intersección entre la familia Kim y los esposos
del bunker: ambos son de un estrato social bajo, pobres, desempleados, viven en
sótanos, y ambos son parásitos en la misma casa. La intersección está en que el
señor Kim perdió su trabajo en un restaurante que pudo haber sido el del
habitante del bunker cuando éste quebró. A pesar de que ambos viven en un
sótano, el que habita en la residencia está en un estrato superior pues la casa
se encuentra en la parte alta de la ciudad, mientras que los Kim viven en la
parte baja por lo que se inunda siempre que llueve muy fuerte. Esto se hace
evidente en la colocación de las tazas de baño en ambos sótanos. En la
residencia la taza está a nivel de piso del bunker, mientras que la de los Kim
está sobre una plataforma para rebasar el nivel del drenaje. La escena donde el
señor Kim se sorprende al ver que el agua se va de la taza en el bunker es muy
significativa: aún ellos están por debajo del parásito residencial.
Cuando la
familia Kim se ve en dificultades al ser descubiertos por los parásitos del
bunker el hijo le pregunta al padre que cuál es el plan, y el padre le responde
que el plan es el “no plan”, así, no hay manera de que fracase. Los planes son
para los ricos que tienen los medios para realizarlos. Hay una desesperanza en
toda la película. El fracaso está siempre presente: si no es en la propia
familia, es en sus semejantes: el chofer corrido injustamente, el ama de llaves
despedida, el esposo-topo endeudado; una cadena de fracasos que afectan a los
más pobres.
Encuentro algunos
guiños en la novela “El huésped” de Guadalupe Nettel, donde un sujeto se
esconde huyendo de la policía en un ropero antiguo de doble fondo y va a dar a
la casa de la bisnieta, convirtiéndose en un parásito también. A cambio él
ofrece un servicio a la familia limpiando y ayudando en las labores del hogar
sin que los dueños se percaten. Otro guiño es la película coreana de Kim
Ki-duk: “Hierro 3” o “El espíritu de la pasión” (2004) donde un vagabundo se
introduce en casas vacías haciendo uso de los servicios y de la comida del
hospedero; a cambio, arregla objetos descompuestos, limpia la casa y lava la
ropa.
Me llaman la atención algunas frases como:
“los ricos están planchados”, dice el señor y la señora Kim expresando un
sentimiento hacia los privilegiados al percibirlos como gente que no tiene
recovecos, que no esconde nada, que son confiados, bondadosos, “hasta parecen
tontos” porque no han creado defensas contra la adversidad. Son crédulos e
inocentes como la señora Park. Me acordé de la película “Dogville” donde la
protagonista peca de bondadosa, donde la agresión y la violencia de los
habitantes de un pueblo pintado en el suelo parecen no provocar en ella ninguna
respuesta. La imagen de una casa en un solo plano es significativa pues ahí
todo está abierto, sin lugar donde esconderse, independientemente del sentido
que pudo querer expresar Lars von Tiers en su película, la imagen es muy fuerte.
Personas que nacieron en medios adversos crean resistencias y defensas que les ayudan a sobrevivir: se vuelven más
astutos, menos crédulos, ocultan sus intenciones, adquieren características
catalogadas por la sociedad como malvadas. El cerebro es como un músculo, si no
se ejercita se atrofia y sujetos que nacen en “cuna de oro” (como la familia
Park) se vuelven blandengues, aburridos, superficiales, frívolos (planos).
Clases sociales tan dispares como se presentan en la película funcionan
mientras trabajan de manera conjunta en un equilibrio inestable, pero al fin
equilibrio. Éste se rompe cuando los elementos se mezclan, se retraen a su
posición originaria saliéndose del sistema, o buscan realizar otra función para
la que están diseñadas produciendo un caos; situación que se presenta al final
de la película de manera perfecta cuando la hija Kim (la terapeuta de arte) es ahora
la encargada de llevar el pastel en el cumpleaños del niño Park; el chofer junto con el dueño de la casa ahora
protagonizan una escena teatral compartiendo papeles similares; el hijo se
descubre diferente ante la hija Park y la madre sale a defender a su hija y su
esposo en un impulso por proteger a su familia. Por otro lado, el habitante del
bunker sale de su escondrijo desencadenando la tragedia.
Algo
interesante es la importancia de la electrónica en la trama: el celular es un
personaje más en la película: interviene, modifica, informa, amenaza, facilita,
o simplemente se ponen en off cuando la familia Kim no quiere ser localizada o
aniquilada. Es tanto un arma destructiva
como una constructiva: puede matar o
salvar, encarcelar o liberar, hundir o superar, arruinar o edificar. Y
cuando este personaje pierde su poder, sale al rescate el antiguo y efectivo
recurso de comunicación: el código morse y la humana y cálida carta. Sutilezas del director que nos muestra
aspectos de la vida diaria que a veces se olvidan.
La película parece decirnos que no importa
que tanto te esfuerces, el sistema está diseñado para mantener un grupo numeroso
de pobres gracias al cual una elite rica y poderosa puede subsistir. Y que el
único y ultimo recurso que tienen los pobres de este mundo para sobrellevar el
fracaso y la desesperanza es el soñar: soñar con todo lo que podría ser y que probablemente
nunca será.
Puebla, Puebla a 22 de
diciembre de 2019.
L. Noriega.