miércoles, 1 de enero de 2020

"PARÁSITOS" de Bong Joon-ho







PARÁSITOS de Bong Joon-ho

 Corea del Sur (2019)

Parásitos gira en torno a los Kim, una familia desempleada que vive miserablemente en el subsuelo de un barrio pobre. Gi Woo, el hijo mayor, comienza a dar clases de inglés en la multimillonaria casa de los Park, donde con mentiras infiltra a su hermana, a su papá y a su madre para que todos trabajen ahí, pero una sorpresa en el sótano de esta mansión da un giro a la trama que termina en un caos.

            El tema: el parasitismo en la sociedad humana. El parasitismo es una forma de simbiosis donde una especie (en este caso la familia de los Kim, el ama de llaves y su esposo) amplía su capacidad de supervivencia utilizando a otras especies (familia rica) para que cubran sus necesidades básicas y vitales. Un parásito se alimenta de sustancias que  elabora un ser vivo de distinta especie viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad. Los macro parásitos crecen, y en algunos casos se multiplican dentro del anfitrión (en un principio fue el joven Gi Woo,  luego, los demás miembros de la familia). Viven sobre o dentro del cuerpo o en las cavidades del hospedero (el esposo del ama de llaves vive fugitivo de la ley en el bunker de la casa de los Park sin que ellos lo sepan). Un recurso usado por el parásito es la inmunoevasión donde el intruso forma antígenos parecidos a los del hospedador (mimetismo molecular). En la película se ve la manera en que los diferentes parásitos (familia Kim) logran engañar a la familia Park mimetizando “formas” de la gente pudiente: haber ido a la Universidad, tener título, haber viajado o estudiado en el extranjero, ser “boy scout”, vestimenta apropiada al puesto, conocimientos y experiencia laboral en puestos de prestigio, etc.; recurso también llamado enmascaramiento antigénico. Otro recurso es ir variando contantemente y rápidamente sus proteínas de la superficie, (cosa que no logra la familia Kim pues el olor que siempre prevalece, a pesar de que la madre sugiere que se bañen con jabones distintos, es el olor del sótano que habitan y que comparten con el esposo de la antigua ama de llaves) de forma que los anticuerpos del anfitrión no los puedan reconocer como extraños; el resultado es que el hospedador invadido no reconoce al parásito como invasor o la respuesta que éste produce no es totalmente efectiva (la de la Sra. Park). El olor a trapo húmedo y viejo impregna a toda la familia invasora y más fuertemente al que habita en el bunker pues nunca le da el sol; olor insoportable para el hospedero que lo descubre como invasor. Algo interesante es que entre parásitos semejantes como es el caso de la familia Kim y el del bunker, no se “huelen” entre sí ni se reconocen extraños.

            Interesante el paralelismo entre la familia Kim y la Park. Amabas están formadas por padre, madre, hijo e hija. A diferencia de los Park, los Kim son sobresalientes en astucia y talentos. Si los hijos de Kim no han podido salir del submundo que habitan, es por falta de posibilidades en todos los sentidos. Después que se inunda la pocilga que habitan perdiendo todo, el padre le pregunta a Gi Woo por qué anda cargando la roca que su amigo le regaló, único objeto que rescata del sótano inundado, y le contesta que él no la carga, es la roca la que lo carga.  Metáfora (el hijo siempre las busca) de la imposibilidad de “subir” el estrato social en que nacieron, de acceder a la Universidad, de progresar, de salir adelante a pesar de ser talentosos. Y es gracias a esos talentos, como el saber otros idiomas, el falsificar documentos, el investigar lo necesario para engañar, el inventar antecedentes, e ir convenciendo a los Park para ser contratados.
            Así mismo encontramos un paralelismo y una intersección entre la familia Kim y los esposos del bunker: ambos son de un estrato social bajo, pobres, desempleados, viven en sótanos, y ambos son parásitos en la misma casa. La intersección está en que el señor Kim perdió su trabajo en un restaurante que pudo haber sido el del habitante del bunker cuando éste quebró. A pesar de que ambos viven en un sótano, el que habita en la residencia está en un estrato superior pues la casa se encuentra en la parte alta de la ciudad, mientras que los Kim viven en la parte baja por lo que se inunda siempre que llueve muy fuerte. Esto se hace evidente en la colocación de las tazas de baño en ambos sótanos. En la residencia la taza está a nivel de piso del bunker, mientras que la de los Kim está sobre una plataforma para rebasar el nivel del drenaje. La escena donde el señor Kim se sorprende al ver que el agua se va de la taza en el bunker es muy significativa: aún ellos están por debajo del parásito residencial.
            Cuando la familia Kim se ve en dificultades al ser descubiertos por los parásitos del bunker el hijo le pregunta al padre que cuál es el plan, y el padre le responde que el plan es el “no plan”, así, no hay manera de que fracase. Los planes son para los ricos que tienen los medios para realizarlos. Hay una desesperanza en toda la película. El fracaso está siempre presente: si no es en la propia familia, es en sus semejantes: el chofer corrido injustamente, el ama de llaves despedida, el esposo-topo endeudado; una cadena de fracasos que afectan a los más pobres.
            Encuentro algunos guiños en la novela “El huésped” de Guadalupe Nettel, donde un sujeto se esconde huyendo de la policía en un ropero antiguo de doble fondo y va a dar a la casa de la bisnieta, convirtiéndose en un parásito también. A cambio él ofrece un servicio a la familia limpiando y ayudando en las labores del hogar sin que los dueños se percaten. Otro guiño es la película coreana de Kim Ki-duk: “Hierro 3” o “El espíritu de la pasión” (2004) donde un vagabundo se introduce en casas vacías haciendo uso de los servicios y de la comida del hospedero; a cambio, arregla objetos descompuestos, limpia la casa y lava la ropa.
Me llaman la atención algunas frases como: “los ricos están planchados”, dice el señor y la señora Kim expresando un sentimiento hacia los privilegiados al percibirlos como gente que no tiene recovecos, que no esconde nada, que son confiados, bondadosos, “hasta parecen tontos” porque no han creado defensas contra la adversidad. Son crédulos e inocentes como la señora Park. Me acordé de la película “Dogville” donde la protagonista peca de bondadosa, donde la agresión y la violencia de los habitantes de un pueblo pintado en el suelo parecen no provocar en ella ninguna respuesta. La imagen de una casa en un solo plano es significativa pues ahí todo está abierto, sin lugar donde esconderse, independientemente del sentido que pudo querer expresar Lars von Tiers en su película, la imagen es muy fuerte. Personas que nacieron en medios adversos crean resistencias y defensas  que les ayudan a sobrevivir: se vuelven más astutos, menos crédulos, ocultan sus intenciones, adquieren características catalogadas por la sociedad como malvadas. El cerebro es como un músculo, si no se ejercita se atrofia y sujetos que nacen en “cuna de oro” (como la familia Park) se vuelven blandengues, aburridos, superficiales, frívolos (planos). Clases sociales tan dispares como se presentan en la película funcionan mientras trabajan de manera conjunta en un equilibrio inestable, pero al fin equilibrio. Éste se rompe cuando los elementos se mezclan, se retraen a su posición originaria saliéndose del sistema, o buscan realizar otra función para la que están diseñadas produciendo un caos; situación que se presenta al final de la película de manera perfecta cuando la hija Kim (la terapeuta de arte) es ahora la encargada de llevar el pastel en el cumpleaños del niño Park; el chofer  junto con el dueño de la casa ahora protagonizan una escena teatral compartiendo papeles similares; el hijo se descubre diferente ante la hija Park y la madre sale a defender a su hija y su esposo en un impulso por proteger a su familia. Por otro lado, el habitante del bunker sale de su escondrijo desencadenando la tragedia.
            Algo interesante es la importancia de la electrónica en la trama: el celular es un personaje más en la película: interviene, modifica, informa, amenaza, facilita, o simplemente se ponen en off cuando la familia Kim no quiere ser localizada o aniquilada.  Es tanto un arma destructiva como una constructiva: puede matar o  salvar, encarcelar o liberar, hundir o superar, arruinar o edificar. Y cuando este personaje pierde su poder, sale al rescate el antiguo y efectivo recurso de comunicación: el código morse y la humana y cálida carta.  Sutilezas del director que nos muestra aspectos de la vida diaria que a veces se olvidan.
La película parece decirnos que no importa que tanto te esfuerces, el sistema está diseñado para mantener un grupo numeroso de pobres gracias al cual una elite rica y poderosa puede subsistir. Y que el único y ultimo recurso que tienen los pobres de este mundo para sobrellevar el fracaso y la desesperanza es el soñar: soñar con todo lo que podría ser y que probablemente nunca será.
           
Puebla, Puebla a 22 de diciembre de 2019.
L. Noriega.


sábado, 18 de julio de 2015

MÉXICO LLORA

México llora.
Y cómo no va a llorar si en menos de una semana han ocurrido dos fugas:
1) La fuga del Chapo de una cárcel de "alta seguridad" de la que todo mundo habla, y,
2) La fuga de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre de la "justicia" mexicana de la que nadie habla.

jueves, 11 de junio de 2015

lunes, 30 de marzo de 2015

CARMEN ARISTEGUI-ENRIQUE PEÑA NIETO.

Les comparto la siguiente cita de Baudrillard que viene como anillo al dedo a lo que está pasando en México:

"La producción ininterrumpida de positividad tiene una consecuencia terrorífica. Si la negatividad engendra la crisis y la crítica, la positividad hiperbólica engendra, a su vez, la catástrofe, por incapacidad de destilar la crisis y la crítica en dosis homeopáticas. Cualquier estructura que acose, que expulse y exorcice sus elementos negativos corre el peligro de una catástrofe por reversión total, de la misma manera que cualquier cuerpo biológico que acose y elimine sus gérmenes, sus bacilos, sus parásitos, sus enemigos biológicos, corre el peligro de la metástasis y el cáncer, es decir, de una positividad devoradora de sus propias células, o el peligro viral de ser devorado por sus propios anticuerpos, ahora sin empleo. 

Todo lo que expurga su parte maldita firma su propia muerte. Así reza el teorema de la parte maldita". 

"La transparencia del mal" de Jean Baudrillard.

ANDREAS LUBITZ: LA ENCARNACIÓN DEL MAL.

La maldad existe. Los actos malos deliberados, en "pleno uso de razón" existen. Pero como tenemos terror a reconocer-lo o reconocer-nos en dicho acto, como el acto es inconcebible de otra forma,  buscamos una razón que lo justifique, una patología que nos consuele, un fanatismo que lo autorice. Lo monstruoso, sin embargo, es irreductible, así tratemos de darle otros nombres.  En "La transparencia del mal" Baudrillard nos dice que la fuerza de nombrar al Mal en occidente se nos ha escapado.  A fuerza de expulsar de nosotros la parte maldita, de blanquear el Mal, éste se metamorfosea y se vuelve letal.  Un solo acto o una sola palabra del Mal es suficiente para desestabilizar todo el sistema y precipitarlo al vacío. Es necesario, pues, dejar de transparentarlo, mostrarlo en lo que es, en su naturaleza perversa, en su opacidad, en su energía inversa,  y dejar a un lado eufemismos que sólo diluyen su verdadero rostro. Existe la posibilidad de que el 26 de marzo de 2015 Andreas Lubitz haya encarnado el Mal.